viernes, 21 de agosto de 2009

Correr riesgos

En las empresas, nadie quiere correr riesgos. Sólo los que realmente sufren los problemas, son capaces de asumir cualquier riesgo que se les ponga delante, pero claro, para ello, los que no corren nunca riesgos, deben asumir que tienen que dejar que hagan lo que ellos quieran y eso si que no.

Las empresas, formadas por departamentos, teóricamente bien estudiados, establecen una serie de pautas, para cada uno de ellos. Normalmente esta pautas, para poder cumplirlas deben asumir sus responsabilidades, pero lejos de eso, lo que se consigue es que unos por otros, la casa sin barrer.

Por eso, desde este blog, siempre defenderemos una empresa mucho menos compleja, en la que las ideas fluyan, que a los que saben de tecnología se les deje hacer y que corran los riesgos que quieran. Así, se consigue que los empleados se diviertan y que los productos finales funcionen, quizá no con la calidad y estructura que unos arquitectos de sistemas definen, pero si con una fiabilidad y coherencia envidiable. Además, como ellos se divierten y lo mantienen, probablemente cualquier problema se resolvería en horas y no en semanas (o meses, que también se da).

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