jueves, 23 de septiembre de 2010

Cuando te dedides, todo cambia

Después de mucho aguantar en el trabajo, un buen día decides que vas a dejar las cosas claras. Estás encendido, desesperado, deseando que alguien te enseñe un trapo rojo, para entrar a saco. En ese momento, muchas veces, todo cambia. Resuelta que nadie te pone pegas, todo te sale bien, los que antes te trataban a patadas ahora te tratan con respeto. Y tu piensas, ¿estaría soñando antes?

Pues puede que fuese un sueño, o bien, que alguien se haya dado cuenta de tu quemazón y vea lo que realmente le aportas, no queriendo perderte. Eso le lleva irremediablemente a levantar el pie, para que tomes aire y no le abandones.

Lo ideal sería que eso durase para siempre, pero muchas veces no es así y sólo es una pequeña tregua, para luego apretar más fuerte. Nuestra filosofía para eso, es clara, disfruta cada momento como puedas. Disfruta si hay poco trabajo, sin presión. Disfruta si te intentan amargar, el que lo intenta, no suele soportarlo. Disfruta cuando las cosas salen bien. Disfruta cuando las cosas salen mal, pero las arreglas. Y si no puedes disfrutar, al menos, no te disgustes, porque probablemente, además del disgusto que sea, tendrás mal estar, que impedirá que pienses con claridad cómo salir del jaleo montado.

Nuestro lema es: Trabaja para vivir, no vivas para trabajar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta lo que quieras, pero no lo uses para hacerte publicidad, o el comentario será eliminado.