El final de año

Cuando se acerca el final de año, te das cuenta enseguida, no porque llegue la lotería o porque pongan millones de anuncios de juguetes o turrón, si no porque en la oficina, los jefes, que no llegan al cobro de incentivos, empiezan a apretar, sin importarle nada cómo lleves las cosas.

No siempre es necesario apretar, de hecho, muchas veces es primordial escuchar, comprender los problemas y ver si es necesario apretar, hacia abajo o retener a los de arriba. Pero claro, como siempre decimos, el nivel directivo, en España, es un desastre, por lo que las palabras escuchar y comprender, no están en su vocabulario, por lo que sólo aprietan donde no le pueden contradecir, esto es hacia abajo. La mayoría ni siquiera tiene el valor de apretar a su nivel, ya que puede salirle rana.

Con las cosas de esta manera y los incentivos a la puerta, te das cuenta que se acaba el año, ya que te piden cientos de tonterías, muchas veces innecesarias, que pueden comprometerte la entrega de otras cosas, que son realmente importantes.