martes, 18 de enero de 2011

Otra vuelta de tuerca

Año tras año, las empresas procuran mejorar en todos los aspectos. Lo que no se dan cuenta, es que hay cosas en las que se puede apretar, hasta cierto punto. De esta idea viene el título de esta entrada, ¿hasta dónde podemos apretar? Cuando aprietas una tuerca, se pueden dar vueltas hasta un punto, a partir de ese punto, otra vuelta parte el tornillo. Esto es lo que pasa, a veces, en la empresas, queremos apretar tanto a los empleado (a todos los niveles), que llegamos a romperlos.

Por eso, hay que ser muy cuidadosos con las decisiones que tomemos. Todo tiene un límite, no puedes exigir a tus empleados, que año tras año, suban la producción en la misma proporción, igual que no se puede sacar por una regla de tres la producción diaria basándonos en lo que se tarda en hacer uno a primera hora. Según pasa el día, la gente se cansa, la precisión es menos y lo que a primera hora, tardas 5 minutos, antes de salir, puede que sean 10, por lo que no es extrapolable. Para planificar cualquier cosa, hay que ser realista, cualquier intento de tratar con personas, como se hace con las máquinas, terminará en fracaso, seguro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta lo que quieras, pero no lo uses para hacerte publicidad, o el comentario será eliminado.