Estar obsoleto

Ayer nos pasó algo curioso, imprimimos en un PC un documento en PDF y no salió una letra a derechas, ¡qué desastre! Lo solucionamos rápido instalando una nueva versión del Acrobat Reader. Y es que si, tienes un programa obsoleto, para leer documentos, lo más probable, es que te haga cosas raras.

El software es eso, un programa, que se encarga de hacer lo que le digas que haga. Pero claro, en el momento en que cambies una coma de la entrada a ese software, seguirá haciendo lo mismo, pero con un resultado distinto. Por eso, es importante mantenerse actualizado, en según que cosas.

Quizá lo más sencillo, sería actualizarse, como nosotros ayer, cuando el software haga cosas raras, ya que significará que esa versión deja de servir. Decimos que quizás, ya que el estar a la última en todo, significa que eres el conejillo de indias, lo que hará que tampoco te funcionen las cosas, todo lo bien que esperas. La decisión es tuya, pero en el centro suele estar la virtud.

Saber leer y escribir

Cuando a alguien se le pregunta si sabe leer, muchas veces se contesta a la ligera con un sí, cuando no es cierto. Saber leer no es saber qué sonido producen las letras al juntarlas o qué significa cada palabra de forma aislada. Saber leer implica entender, lo que el que escribe te está diciendo.

Lo mismo sucede con la escritura, no es todo juntar letras, existen los signos de puntuación, que no se usan mucho como debería hacerse. De hecho, nosotros lo notamos en nuestras pequeñas crónicas, como buenos informáticos, nos explicamos mucho mejor en el código fuente, que en vivo y en directo.

Por eso, cuando alguien no entiende algo, debemos, en primer lugar preguntarnos si lo hemos escrito bien y en segundo lugar, si el interlocutor sabe leer.

Seguimos hacia arriba

MMDigital Club de Fútbol 3 - FC Son Cactus 1.

Con este resultado, conseguimos mantenernos en la quinta plaza y ponemos tierra de por medio, imposibilitando el descenso, ya que estamos a diez puntos, de los nueve posibles, del séptimo.

Ahora llega el segundo asalto a la clasificación, intentar llegar más alto, algo complicado, ya que estamos a siete puntos del líder, por lo que él tendría que perder los tres partidos restantes y nosotros ganarlos, algo, prácticamente, imposible.

De todos modos, estamos contentos con el resultado de esta segunda vuelta, en la que se ve que el equipo está cuajando y probablemente la próxima temporada, empecemos a dar frutos.

La importancia de dialogar

Muchos enfados y discusiones, tienen la culpa porque no escuchamos a la parte contraria, simplemente, soltamos nuestro discurso y no nos paramos a escuchar lo que la otra parte tiene que decir, que además puede que nos haga cambiar el discurso, porque nos demos cuenta que estamos equivocados.

Por eso, siempre se debe intentar hablar con la otra parte, de manera que aclaremos lo que, casi con toda seguridad, será un mal entendido. Cuando en lugar de hacer eso, nos quedamos con el mal sabor de boca y le damos vueltas en nuestra cabeza, lo más probable es que acabe reventando por algún sitio.

Lo que nos diferencia del resto de animales, en principio, es que tenemos la capacidad de razonar, por lo que si nos empeñamos en no hacerlo y dar por hecho las cosas, conseguiremos, simple y llanamente, animales que actuamos por instinto, cuando algo nos parece que tiene que ser de otra manera, atacamos y que salga el sol por donde quiera. No debería ser así, pero lo es en muchos de los casos.

Si todo esto, lo personalizamos en lo que entendemos que son los proyectos informáticos, nunca se avanzaría, ya que cada uno haría lo que quisiera, intentando dejar mal al contrario, de manera, que el equipo, del que siempre hablamos, deja de funcionar y con él, el proyecto se va al traste.

Y sin información

Ayer hablábamos de cuando te dejan sólo ante el peligro, pero cuando además, te dejan sin información, ya te la han liado del todo.

Resulta, que además de ir a una reunión, de la que tienes poca idea, por acompañar a otro, que al última hora se lía y no puede ir. En la reunión te das cuenta que todos hablan de algo, que resulta que tu no tienes, por lo que no sólo te han dejado sólo ante el peligro, sino que además, te han dejado en pelotas, hablando en plata.

Seguimos sin entender algunas estrategias de las empresas, pero alguna razón tiene que existir, porque la otra opción, no nos acaba de gustar, los directivos, que nosotros consideramos bastante malos, ¿realmente son peores de lo que pensamos? Quizá la respuesta a nuestra pregunta es si, para llegar a cierto nivel de dirección, no es que haya que hacer méritos, sino desméritos, lo que es aún mucho más grave.

Mientras seguimos dilucidando estas cosas, seguiremos viendo, cómo seguimos rodeados de supuestos expertos en el arte de la verborrea, porque lo que es conocimiento, cada vez estamos convencidos, que lo perdieron con tanta palabrería.

Sólo ante el peligro

Además de una película, es lo que nos sucede con mayor o menor frecuencia en los trabajos. De repente, tu jefe te dice que te necesita como apoyo en una reunión, para que en el momento de la misma, te mande un SMS diciendo, no puedo ir, no te comprometas, luego me cuentas, por lo que te quedas sólo ante el peligro.

Este tipo de cosas, son las que van minando las relaciones laborales entre empleados, ya que ambos, el jefe y el currito, son eso, empleados. Y cuando los empleados se llevan mal, por culpa de estas tensiones, al final, los proyectos, no salen y la empresa, no va bien.

Por eso, siempre aconsejamos, que las cosas se hablen, se deleguen funciones, pero delegadas de verdad, no para luego echar en cara que algo no se hizo bien. En las empresas, como en la vida, el formar un buen equipo, que sea capaz de trabajar como uno, echándose un cable entre ellos, es lo que hace del equipo y por extensión, del departamento y empresa, algo grande. Si lo fragmentas y fomentas la individualidad, fallarás seguro.

Reuniones sin sentido

¿Cuantas veces acudimos a reuniones que no tienen ningún sentido? Nosotros a muchas y nos cuesta creer, que tenemos mala suerte. En general, en las empresas, nos reunimos para todo, sea o no necesario lo hacemos. Además, en muchas de esas reuniones no se saca absolutamente nada en claro, lo que las anula completamente. En otras ocasiones, las reuniones, en lugar de disipar dudas, acrecientan las que existen y añaden alguna más.

Todo esto, a nuestro modo de ver, parece un problema de toma de decisiones. Al tener grandes estructuras organizativas en las compañías, las decisiones se diluyen, dando como resultado una toma errónea de las mismas, por la falta de un decisor fuerte que tome las riendas del problema.

Por esto, entre otras muchas cosas, que ya hemos comentado, es por lo que creemos que las compañías deberían intentar tener menos burocracias y estructura organizativa y mucha más estructura operativa con delegación de funciones, lo que le daría una operatibilidad impresionante, a parte del magnífico rendimiento.