Exceso de autorizaciones

En las empresas, para cualquier cosa, necesitas que te la autorice alguien. Hasta aquí, todo es correcto, lo malo, es cuando estás acostumbrado a trabajar con lo que sea de una forma y de la noche a la mañana, no puedes trabajar así, porque lo tiene que autorizar alguien en especial. Si a eso le añades, que el que lo tiene que autorizar te va a preguntar, que porqué lo necesitas y decirle que llevas haciéndolo así varios años, no le va servir. Al final, resulta que ten quedarás sin poder usar lo que realmente necesitas.

A nosotros, la política de autorizaciones para ciertas cosas, no nos parece mal, lo que nos parece mal, es que no se haga un estudio exhaustivo de lo existente, quien lo usa, para qué y cómo, de manera, que una vez se implante el nuevo sistema, nadie note ese cambio y en caso de que alguien, no pueda hacer algo, al autorizador le sirva, que ya lo usaba antes, no que tenga que llevar la partida de nacimiento y una fotocopia del carnet de identidad.

Además, otro de los fallos que se comenten a menudo, es hacer que la responsabilidad caiga en una sola persona y que los que tienen que ejecutar su orden, no tengan la posibilidad de ser independientes y en casos especiales, como que autorizador no esté y lo requiera alguien con cierto nivel, no puedan saltarse a ese autorizador.

En definitiva, que la seguridad en las empresas está bien, tanto la física, como la lógica, pero debe imperar el sentido común, a las normativas, porque si van a imperar las normativas al sentido común, lo que nos sobran, una vez más, son los autorizadores, ponemos un ordenador con las normas y sólo dirá sí o no, tal y como lo preguntes.