Y ahora sube el transporte

La verdad es que se ha montado mucho revuelo con la subida del transporte público y no es  para  menos.  El transporte ataca, como mucha de las cosas que hacen generalmente todos los políticos, a  los que menos tienen. Por eso, no solemos hablar de política, ya que cualquier partido que está en el poder y no protege a los que menos tiene, no merece nuestro respeto.

Por mucho que digan, los de un sentido o los del otro, ninguno tiene imaginación para ahorrar que no sea recaudando de los de siempre, que somos los fáciles de atacar, los más indefensos y no podemos hacer mucho para evitarlo. Normalmente usamos transporte público, tenemos trabajos por cuenta ajena, no tenemos dinero negro, en definitiva,  nos tienen bien amarrados, por lo que no nos escapamos.

Antes de hacer todo eso, siempre hemos pensado que hay muchos sitios donde reducir gasto, de manera que no se tenga que recaudar más. Así, sin pensar demasiado, quitando coches oficiales, reduciendo el número de gestores públicos (gobierno central,  autonómico, provincial), reducir el número de ayuntamientos, controlar el gasto de los políticos, en fin recortar de los que están ahí,  no lo olvidemos, a nuestro servicio, porque realmente, lo que parece,  es que somos nosotros, los de siempre, los que estamos al servicio de ellos.