viernes, 15 de junio de 2012

Mal uso de la tecnología

La tecnología, debería ayudarnos en nuestro día a día, pero cuando desde la dirección, usan mal la tecnología, en lugar de ayudarnos, puede hundirnos en la miseria.

Si a un proceso, por sencillo o complejo que sea, le añades tecnología, pensando lo que necesitas y cómo aplicarlo. El proceso se simplifica mucho y además se controla también mucho. Ahora bien, si a un proceso, le aplicas la tecnología que primero se te ocurra, lo más probable, es que siga descontrolado, e incluso, que sea más costoso realizarlo.

Por poner un ejemplo, si un documento, tiene que pasar por varios departamentos, para ser firmado y se implementa un proceso, mediante el cual, se admita una firma electrónica, que tiene que adjuntar cada departamento, lo agilizamos y controlamos mucho. Ahora bien, si la solución es, enviar cada departamento un escaneo del documento firmado por él, al siguiente, para que lo imprima, firme y escanee, para enviar al siguiente y así, hasta el último departamento. Tendremos un proceso similar al manual, pero más costoso, ya que tienes que imprimirlo y escanearlo, cosa que antes no hacías.

El ejemplo es muy sencillo, pero seguro que a alguno le suena que tenga una barbaridad de ese estilo rondándole.

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