martes, 10 de julio de 2012

Cuando lo haces funcionar

Cuando algo, que llevas mucho tiempo intentando que funcione, por fin lo hace, se siente una mezcla de descanso y felicidad un tanto inexplicable. Si además lo que has hecho, va a ser usado por mucha gente, cuanto mayor sea el número de usuarios, mayor será esa sensación.

Al cabo de un tiempo, te das cuenta, que ni es para estar así, ni los usuarios van a valorar el tiempo que has invertido en ello. Momento en que viene justo la sensación contraria, una mezcla de que tu tiempo lo tiran a la basura e infelicidad.

Por eso, cuando por fin haces funcionar algo, lo que debes pensar es que para eso te pagan, que luego lo usen o lo tiren debe darte igual, de esta forma, ni te alegras en el momento, ni te llevas una decepción después.

Eso sí, una vez que haces funcionar algo, sueles estar bastante rato (sobre todo en informática), optimizando la solución, para mejorarla en lo posible. Disfrutar, siempre que podáis, de vuestro trabajo, cuando dejes de hacerlo, será muy complicado ir a trabajar.

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