Guardar lo que no sirve

Aunque no nos guste reconocerlo, todos guardamos cosas que no valen para nada. Un teléfono, una televisión, una lavadora, un coche, ... cuanto más espacio (y dinero) tengamos, más cosas y más voluminosas serán.

Siempre que guardamos algo, lo hacemos, por si acaso nos pueden servir las piezas. Y claro, cuando se nos rompe del todo algo y tenemos eso mismo guardado, lo sustituimos. Es en ese momento y no otro, cuando nos damos cuenta de la razón por la que estaba guardado, realmente lo que estaba es roto, pero no tanto como para tirarlo.

Como ejemplo de esto, la razón que nos ha dado la idea de esta entrada, recogiendo un armario apareció un teléfono móvil, nada menos que un Nokia 5110. En su momento, funcionaba y lo guardamos, por si fallaba el nuevo. Ahora mismo, le pones una tarjeta y es poco más que un inalámbrico, ya que sólo llama. En su momento estaba muy bien, pero ahora es un trasto que mejor sería tirarlo, o alquilarlo para películas antiguas.

Seguir un consejo, todo lo que tengáis, que no uséis por un año, directamente tirarlo, seguro que no merece la pena guardarlo más.