Lo tuyo es lo mejor

Es algo que suele suceder y si queremos ser unos consultores buenos, deberíamos evitar. Cuando un consultor (sea de lo que sea), utiliza una herramienta para algo, suele centrarse en ella, para ofrecérsela a sus clientes. Esto no es lo correcto.

En el mercado, no suele existir una sola herramienta para hacer algo, normalmente hay varias, que compiten entre sí, para llevarse el mercado. Como consultores independientes que nos suelen contratar, debemos estudiar muy bien a nuestro cliente, sobre todo escucharle (no se hace, aunque todos digan que sí), para ofrecerle exactamente lo que necesite. Y si lo que necesita no está en el mercado, recomendarle algo a medida.

¿Por qué reflexionamos hoy sobre esto? Porque hace poco, vimos cómo una empresa, que tenía un software desarrollado, ofrecía a su cliente una herramienta, que no era lo que necesitaba, pero ya que la tenía, era la que le iba a implantar. Pues bien, esto además de poco ético, a la larga te traerá consecuencias, pues el cliente, puede dejar de confiar en ti y a la larga, difundir su sensación a su entorno.

Los clientes, nos guste o no, son los que nos dan negocio, depende de cómo los tratemos, sacaremos beneficios o no. Y si un cliente, nos contrata, para darle una solución, debemos darle las mejores opciones ordenadas de mejor a peor, luego que él decida la que quiere implantar, siempre le tendremos que explicar, qué gana y pierde en cada una, para ayudarle en la toma de decisiones.

Esto muchas empresas, es lo que no tienen claro y venden, cualquier cosa, como si fuese oro y así pasa.