jueves, 8 de noviembre de 2012

Otros planes

Cuando en un proyecto no todos los que participan, tienen la misma responsabilidad, pero sí distinto poder, puede ocurrir que una parte del proyecto tenga la responsabilidad de cumplir con una fecha y la otra de configurar la seguridad. Esto presenta un serio problema, ya que la parte que verifica la seguridad, al no ser responsable de la fecha, obligará a que se implante su seguridad, en el momento en que lo diga, importándole poco si la otra parte, tiene o no, tiempo para hacerlo.

Esto, que puede parecer algo absurdo, es lo que se ve en muchas empresas, sobre todo de tecnología. Se dividen tanto las responsabilidades, que al final, nadie es responsable de nada y el que de verdad es responsable, no tiene autoridad hacia el resto. Esta forma de actuar, lleva a los proyectos a un fracaso, casi con toda seguridad.

El problema es que los responsables de las fechas, se pasan la vida buscando huecos en las diferentes normas, para llegar a la fecha que tienen impuesta. Al final, lo que la dirección ve, es que lo que tiene pensado funciona como un reloj. Lo que desconoce por completo, entre otras cosas, porque no se quiere enterar, es que el que lleva la presión de fechas, está demasiado cansado de buscar recovecos, para cumplir su objetivo y cuando eso ocurre, inevitablemente, el proyecto se para.

Para nosotros, lo mejor que se puede hacer para cambiar esto, es no buscar esos recovecos y hacer que los proyectos, uno tras otro, vayan fallando en fechas, de esta manera, antes o después, la dirección se dará cuenta que esa forma de trabajar, no es el camino.

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