Poner cabeza

Siempre hablamos de lo malos que son los directivos, al menos los que conocemos, en España. Y este no saber hacer las cosas, hace que estemos en muchos casos, como estamos. Pero hay algo peor que un mal directivo y es, una dirección descabezada, o bicéfala. Y es peor, porque recibes órdenes, normalmente contradictorias, al no tener a alguien que coordine lo que está debajo. Entonces, cada uno de los directores de mayor rango, peleará con el de mayor rango, por el puesto que está encima y además, vacante. En las empresas, pasa de vez en cuando, ya que hay fusiones, cambios de directiva y el tiempo que transcurre hasta que todo vuelve a su cauce, suele estar bastante revuelto.

Nosotros, lo que recomendamos, es que los cambios se prevean, esto es, antes de hacer el cambio, intentar tener perfectamente clara la nueva dirección, de esta manera el tiempo que se pasa sin dirección, será mínimo y con ello, el destrozo al negocio también. Cuanto más dure la situación de tránsito, más decisiones erróneas, pensando en el puesto y no en la empresa, se tomarán.

Así que igual que se intenta, que los proyectos estén perfectamente definidos antes de empezarlos, un cambio de dirección no es más que un proyecto, hay que dejarlo bien planteado antes hacerlo, ahorraréis mucho dinero.