Perseguidor

Hoy queremos hablaros del puesto de trabajo, que se está poniendo de moda en muchas empresas. En las empresas no lo reconocen, pero es un puesto como tal y además muy valorado. Se trata del perseguidor. Hacer, no hace nada, eso sí, se pasa el día agobiando a diestro y siniestro, para que las cosas salgan adelante.

En nuestra opinión, es un puesto, realmente estúpido. ¿Por qué decimos esto? Pues muy sencillo, el perseguidor, por norma general, tiene el poder, de que lo que el pide, por defecto, es prioritario sobre el resto. Ahora lo entendemos mejor, si un departamento pide algo, no se le hace mucho caso y puede tardar varios días en recibir lo que pide, ahora bien, si a ese mismo departamento, se le asigna un perseguidor, entonces lo que pide, en poco tiempo lo tiene.

Por lo tanto, el perseguidor, obviamente, no hace nada, simplemente tiene más poder que otros. Las empresas que recurren a esta figura, lo que realmente deberían hacer es revisar sus procesos, ya que unos procesos, que sólo son ágiles si se priorizan unas cosas sobre otra, son procesos que no están bien pensados. Los procesos, sean del tipo que sean, deben proporcionar mayor agilidad a quien los usa, que antes de tenerlo. De no hacerlo, el proceso no está bien diseñado, ya que lo que tiene que hacer es agilizar y no entorpecer.

Así que si en tu empresa, recurres en exceso a la figura del perseguidor, para hacer que tus procesos sean más ágiles, revisa esos procesos, ya que algo no estás haciendo bien.