Cuando la ayuda no es la que esperas

Alguna vez hemos comentado esto, pero ayer, nos pasó y la verdad, es que te desesperas.

Estás trabajando, intentando sacar adelante la tarea que te han encomendado, pero resulta que te ponen de "ayuda", a más de una persona o departamento. Y esa supuesta "ayuda", lo único que hace es llamarte cada cinco minutos, para ver si lo tienes y recordarte la prisa que corre. ¿Es que no se dan cuenta, que si estás al teléfono, no estás haciendo lo que tienes que hacer? Pues parece que no y además, fuera de tu entorno, quien se lleva las flores es la "ayuda".

Hemos querido volver a incidir en este tema de las "ayudas", porque lamentablemente pasa mucho más a menudo, de lo que debería. De hecho, hace poco más de dos semanas, nos ocurrió lo mismo con otra "ayuda". Este otro caso, la "ayuda", se encargó de diseñar una parte de un proyecto y una vez diseñada, sin más explicaciones, la "ayuda", dijo, que de esa tarea nos encargábamos nosotros. Claro, si no te dan información de lo que tienes que hacer, la tensión se corta con un cuchillo y a los que les toca hacer dicha tarea, no la harán todo lo bien que se espera de ellos. Si a esto, se le suma, que cuando pides ayuda, de verdad, a tu superior, te remite a la "ayuda", pues apaga y vámonos.

Lo único que podemos aconsejaros, es que tengáis paciencia y aguantéis los chaparrones, si es que apreciáis ese trabajo, en caso contrario, poner las pilas a quien os las intentan poner, de manera que se dé la vuelta a la tortilla, de esa manera, lo mismo, el que tanto aprieta, se achanta y le toca agachar las orejas.

Cierre de un banco

Pues sí, el viernes fue el último día de un banco, Banesto, y dando una vuelta por twitter, hemos encontrado varias cosas interesantes.

La primera de ellas un artículo de Mario Conde, en intereconomia.com. Desconocemos en profundidad lo que ocurrió con aquella jugada, pero leyendo el artículo, es interesante la reflexión comparativa de la banca actual y cómo se está solucionando y lo que ocurrió entonces con Banesto y cómo se solucionó. Como decimos, no entramos a juzgar, ya que no lo conocemos, pero es curioso.

Otra de las páginas que encontramos en twitter es el blog de la Asociación de Jubilados y Prejubilados, Pensionistas, Empleados y Exempleados del Banco Español de Crédito. En el que intentan mantenerse en contacto, muchos de los que trabajaron en el Banco.

También nos ha llamado la atención el blog momentosbanesto un sitio para recordar nuestro paso por Banesto. En el mismo se pueden encontrar muchas fotos de sucursales, objetos de publicidad, ... un poco de todo. Nos han llamado la atención dos artículos:

• El vídeo en el que Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció la intervención del banco.
• Y el anuncio de un periódico, en el que se Banesto anuncia el cajero instalado en el edificio de la calle Sevilla, en que el puedes disponer de dinero las 24 horas del día. También explica cómo se hace, lo que nos llama la atención, es que te daba los billetes de uno en uno.

En definitiva, cuando una empresa, con más de un siglo de antigüedad, cierra, deja cierto mal sabor de boca, aunque el cierre sea por absorción dentro del grupo al que pertenece. Espero que alguno de los que leéis esto, trabajaseis o no en Banesto, os parezca interesante.

Ya tenemos conformada la nueva temporada

Ya se han producido los ascensos y descensos, ahora toca analizar a los rivales y ponerse a organizar el equipo. Los que han entrado, prometen dar guerra, aunque esperamos que no den demasiada.

Por nuestra parte, estamos intentando reforzar varias áreas, de momento sin demasiado éxito, ya que el mercado, al que seguimos aferrados, está muy caro.

De todos modos, no tiraremos la toalla y nos pondremos las pilas, para intentar, que la próxima temporada, al fin, ascendamos.

Después de pasar por veinte sitios

Es curiosos, que en las empresas crean circuitos de validación para todo. Desde enviar un artículo a una revista, hasta crear la aplicación más compleja del mundo. Se supone que esos circuitos, lo que permiten es que cuando lo que sea que valide, llega al usuario final, no tenga errores.

Pues bien, por más sitios en los que hemos trabajado, como no revise el equipo de desarrollo (el que lo hace, vamos), cada paso de la validación, sus errores, llegarán al usuario final, con toda seguridad.

Nos hemos preguntado muchas veces, ¿por qué pasa esto? Y la respuesta siempre es unánime, porque la dirección sólo responsabiliza, realmente, del error, a desarrollo. Y siendo esto una realizad, el resto se relaja.

Por eso, siempre aconsejamos, que cuando se establece un circuito, cuando se pone una fecha, en definitiva, se haga lo que se haga, el rasero de medir, debe ser el mismo para todos. Así, si se pone un plazo a un proyecto de un mes y en calidad se invierten tres semanas, cuando se planificó una, será calidad la cargue con el peso del retraso. Y así con todos.

No poder hacer nada

Ayer, instalamos en una tablet, un programa para leer libros. Lo pusimos en marcha, cargamos un libro y se bloqueó el programa. Intentamos apagar la tableta pero los botones no respondían. Sacamos la tarjeta SD, por si así, reconocía su desconexión y reaccionaba, pero ni se enteró. Además, la batería no es accesible, por lo que no podíamos desconectarla. Por lo tanto, nos resignamos a dejarla encendida, hasta que se le acabase la batería.

La verdad es que cuando pasan estas cosas, te desesperas bastante. Hemos buscado en Internet y como cada dispositivo, "magrea" a su antojo el sistema operativo, ninguno hace las cosas de la misma manera. En los teléfonos (salvo el iPhone), al tener la batería accesible, es sencillo apagar a lo bruto el sistema, pero las tabletas, pocas la tienen de fácil acceso.

Para que estas cosas no sucedan, lo ideal, cuando alguien crea un sistema operativo, es exigir a los fabricantes algo, por mínimo que sea, que permita ese apagado a lo bruto. Así, en caso de bloqueo del terminal, puedes, al menos, apagarlo. En los PC, hace tiempo que dejando pulsado durante unos segundos el botón de encendido, aquello se apaga.

En fin, suponemos que son las cosas, de ser todavía muy nuevos y con el tiempo, todo evolucionará, hasta tener algo que todos respeten y hagan que funcione igual, en cualquier dispositivo. Mientras tanto, cuando suceda una cosa de estas, gastemos batería.

Controlar los gastos

Gracias a la tecnología, llevar un control de los gastos, hacer planificaciones a futuro, simulaciones, etc... resulta mucho más sencillo. Sólo necesitas una hoja de cálculo, conocer cómo es el programa y ponerte a ello. Pero claro, igual que trae muchas cosas buenas, sobre todo para controlar los gastos, también trae consigo, información adicional que puede sentarte hasta mal.

Y es que llevar un control exhaustivo de los gastos, te hace ver cómo estabas hace unos años, y cómo estás ahora. Te hace ver la evolución de tus finanzas y las puedes comparar con lo que quieras, como por ejemplo, con el IPC, con los que han gobernado cada año, en fin, con cualquier cosa que se te ocurra.

Nosotros ayer hicimos el ejercicio del 2012, para ver cómo acabó el año. Las empresas tienen que presentar sus cuentas y ya loo tenían, como nosotros, de momento, no lo somos, no lo hicimos hasta ayer. Pues es curioso, que cuanto más se ha recrudecido la crisis, más han subido nuestros gastos anuales. Y es cierto que hemos recortado, pero de cosas, sobre las que tienes un control escaso (luz, agua, gas, teléfono, ...) que son las que miramos para hacer esta comparación, del 2.011 al 2.012, han subido un 12%, que se dice pronto. Por lo tanto, vemos que las crisis, nos pongamos, como nos pongamos, las pagamos los de siempre.

Ayer leímos que Esperanza Aguirre decía que donde había que reformar, seriamente, era en las administraciones públicas y realmente es así. Hay que evitar tener los gastos por triplicado, tener asesores para todo, en definitiva, reducir el gasto que causan los políticos. Por lo que vemos que hace el Partido Popular, quizá Esperanza no iba por estos derroteros y sí por las privatizaciones de entes públicos y demás, pero, esa, tampoco será la solución. Mientras no eliminemos personal, que está sólo chupando del bote, de esta crisis, no salimos.

Mantenerse firme

En muchas ocasiones, ante la presión de nuestros jefes, solemos tomar decisiones equivocadas que, más tarde, nos toca pagar.

En las compañías, suelen existir (por desgracia, como en todo en la vida), una serie de normas que hay que cumplir, porque alguien así lo determina. Pues bien, cuando alguien, tiene que hacer algo y conlleva infringir esas normas, lo que suele hacer, es intentar que la solicitud de la acción, la haga otro. De esta manera, ante su jefe queda bien, ya que ha realizado la petición y sin embargo, si hubiese algún problema, a quien se lo ha mandado, tendría que responder del mismo.

Por eso, hemos titulado esta entrada así: "mantenerse firme" y es que, si alguien se ha comprometido a algo, que no puede cumplir y para hacerlo, tú tienes que infringir las normas, "mantente firme" y da la vuelta a la tortilla, de manera que sea esa persona, la que se encargue de hacerlo (con tu ayuda o sin ella), pero que quien infrinja la norma, sea el interesado y no tú. De esta manera, en caso de que tener algún problema, le tocaría responder a otro.

Haciendo las cosas así, os aseguramos que en el 99% de los casos, se hará lo que decís, ya que es complicado que alguien, te obligue a hacer algo que va contra las normas de la compañía. En caso hipotético de que alguien lo hiciese, pide que te lo mande por escrito, así, te cubrirás las espaldas y probablemente, tampoco se haga.

Recordad, si tenéis claro que algo se hace de una manera, "manteneros firmes", al final llevaréis razón.