sábado, 22 de marzo de 2014

Y, de repente, no sabes nada

Con esto de llevar la tecnología, al terreno del papeleo, más que al de la investigación y desarrollo, pasa muy a menudo, lo que decimos en el título, que llega un momento, en el que no sabes de nada.

Y es que, esa manía que les han entrado a la empresas, de dejarse asesorar, por los que se hacen llamar, consultores, en nuestra opinión, "caraduras", les lleva a creer que hay cosas que son estupendas, cuando lo que hacen es destrozar los desarrollos.

En el papel, que para eso los consultores (caraduras) son unos maestros, les muestran a la empresa lo fácil que es que alguien que necesita algo, se lo cuenta a un analista, este lo pinta en un papel, a ese papel, le da el visto bueno, quien lo solicita, se pasa el papel a quien desarrollará el software y una vez realizado se implanta y el usuario, lo puede utilizar. Pues bien, a quien le hayan vendido esto así, que sepa, que no se cumple ninguno de los puntos, porque no es posible, salvo raras excepciones.

Un proyecto es algo que está vivo a lo largo de su vida. En primer lugar una toma de requerimientos en condiciones, por muy bien hecha que esté, hasta que el cliente no vea el resultado, no se dará cuenta de los errores que se han cometido en su diseño. Por eso creemos que, lo importante es poner en marcha el desarrollo cuanto antes y hacer partícipe del mismo al que lo pide. De esta manera, aunque el diseño inicial no sea perfecto, sí que lo será el resultado final, ya que lo iremos evolucionando, a la vez que lo vamos construyendo.

Haciéndolo de esta última forma, al final del proyecto, tendremos un software que sí quiere el cliente y una documentación acorde con lo que se ha hecho.

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