sábado, 21 de junio de 2014

Aprovechar los resquicios

Cuando tienes algún tipo de proyecto, en el que compartes la dirección del mismo, si tu parte se lleva correctamente, pero la de tu "socio", no, corres el riesgo de que te arrastre, ya que el proyecto es común. Por lo tanto, en caso de fracasar, puede que tu carrera, sea cortada, por asociarte con el proyecto y no con tu trabajo. Por eso, cuando tu entorno evalúa el proyecto, debes estar muy atento a los resquicios que te dejen, para salir airoso de la quema.

El entorno, al final, es que valorará individualmente a cada parte del proyecto, por lo que a sus ojos, debes ser el que saca adelante el proyecto y no el que deja que se hunda. Y el entorno, por regla general, aunque dé palos al proyecto, siempre deja resquicios, en lo que cada parte debe posicionarse, de modo que la que lo está haciendo bien, se salva de la quema y la que lo está haciendo mal, se hunde más todavía. Y hay que saber aprovecharlo.

Los resquicios que nos dejan, simplemente son el permitir posicionarte, en contra de tu "socio", de manera que sea él que el que tenga que mover ficha y por tanto, al que le caerán los palos, eso sí, por tu parte, de buen rollo, pero al final, le estarás dando un palo.

Sabemos que no es fácil, ya que aprovechar esos resquicios, en muchas ocasiones conlleva "pelearte" con la otra parte del proyecto, pero es fundamental hacerlo. Obviamente, hay que hacerlo, evitando en todo momento un enfrentamiento directo con la otra parte y, siendo malos, intentando quedar como amigos (de ahí, lo de dar palos con buen rollo), ya que con quien trabajas día a día, es con ellos.

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