miércoles, 18 de junio de 2014

Vivimos en una sociedad egoísta

Pues sí, exactamente así es como estamos, en una sociedad que sólo piensa en uno mismo, importándole poco o nada, lo que le ocurra al de al lado. Y lo vemos en cualquier faceta de la vida, si alguien te pide qué se puede hacer para mejorar el entorno en el que vives, nadie piensa en mejorar su barrio, piensa en que le pongan un bar en el portal de su casa o un parque público en la parcela de al lado, o cualquier cosa que, lejos de ayudar a todo tu barrio, se acerque a algo que tú necesitas y no tienes.

En el trabajo es aún peor, ya que si puedes hacer porque despidan a tu vecino, antes que a ti, lo harás, de manera que se preserve tu comodidad, antes que el bien común. Y no digamos solidarizarse con alguien, si ese solidarizarse, implica que a uno le pueda traer consecuencias, te olvidas rápido del problema.

Y ese egoísmo, es el que, en buena parte, tiene la culpa de los momentos de crisis por los que pasamos, ya que los individualismos, hace que cada uno quiera abarcar mucho más que el vecino, sin importarle si es o no razonable o si con ello, se perjudica a algún otro. De hecho, si un trabajo, alguien estima que no debe hacerse, como medida de presión hacia quien lo exige, no le faltarán voluntarios para hacerlo sin problemas, cuando debería ser justo lo contrario.

Por eso, mientras esta sociedad siga siendo tan individualista, poco o nada avanzaremos y no es precisamente bueno.

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