Cuando es para ti

Los que somos aficionados a la tecnología, cuando hacemos algo que es para nosotros, somos muy poco exigentes, y no debería ser así.

Vamos a explicarnos. Si necesitamos una aplicación, por ejemplo, para nuestro control presupuestario. Como la aplicación la hacemos nosotros, con poner los campos que necesitamos rellenar y las salidas que queremos mostrar, en bruto, nos es suficiente, ya que conocemos las limitaciones, tanto de la base de datos, como de los datos que hay que poner en ella, etc... Y claro, en más de una ocasión, entran cosas incoherentes, que resolvemos a mano.

Y esto, no es una buena filosofía, ya que algunas de esas aplicaciones, que usamos nosotros, podrían servirle a más gente y con ello, ganar algo de dinero, o por lo menos, entrar en ese mundo. Pero claro, es un esfuerzo, si sólo dedicas a ese proyecto tus ratos libres, que muchas veces, si nos ves claro el beneficio futuro, le des un empujón, hasta dejarlo que funcione y te aporte lo que buscas, en lugar de dejarlo bien acabado.

Por eso, aconsejamos que cuando empieces con una aplicación, te esfuerces y aunque tardes mucho tiempo, llegues a acabarla pensando en el usuario final, la satisfacción personal, de que si la dejas abierta al público, la gente la empiece a usar, es muy grande, por lo que te animará a hacer otra cosa y con el tiempo otra y en algún momento, seguro que alguien se fija en vuestro trabajo y lo mismo, consigues lo que todos buscamos, vivir de nuestras aficiones.