El país de las quejas

Siempre se dice que quejarse es gratis y en España, lo fomentamos con ganas, ya que nos quejamos de todo. Si se hacen cosas porque se hacen, y si no, porque no. El caso es que todo el mundo lo hace mal, excepto uno mismo.

Ya hemos hablado otras veces de esto, y es que somos muy egoístas, lo que nos lleva a tener una sociedad excesivamente materialista, que no permite que nadie tenga razón ni pueda discutir, porque la razón siempre la tenemos nosotros, los únicos, los inigualables y claro, el resto, es un inútil, que no tiene ni idea de hacer las cosas.

Esperamos que con el tiempo esto pase, que poco a poco, todos cedamos más, de manera que, antes o después, todos avancemos para hacer las cosas mejor y con más ganas, consiguiendo una vida más tranquila y con menos peleas con el vecino, al que, sin duda, intentaremos ayudar.