miércoles, 19 de agosto de 2015

Contando los días

Cuando te hartas de algo y tomas la decisión de dejarlo, llega un momento en que sólo cuentas los días que faltan, para que acabe lo que sea en lo que estás metido. Casi siempre pasa con un trabajo y es que, cuando te dejas la piel, intentas dar lo mejor de ti y lo único que sacas, son malas caras, broncas a destiempo, que no asuma cada parte su culpa, etc... sólo te queda, dejarlo todo y largarte.

No siempre es agradable hacerlo, de hecho, como todo en esta vida, tendrá sus pros y sus contras, pero lo que está claro es, que cuando tomas la decisión, suele ser meditada y no suele tener marcha atrás.

Si eres la empresa de la que se le están fugando estas personas, hay muchas cosas que se pueden hacer, tanto antes de que una persona tome la decisión como después de ser tomada. Ahora bien, en la mayoría de los casos, el mareo al que la persona ha sido sometido, es tal, que no hay vuelta atrás y sólo queda desearle lo mejor.

Así las cosas, si no quieres perder empleados, que en muchos casos te importarán poco, pero en otros, te serán valiosos, debes tratarles bien, tenerles en consideración y sobre todo, no echarles encima problemas, de los que no son responsables, porque te pasarán alguna, pero llegará un momento, que se hartarán de soportar los errores de los demás y será demasiado tarde para reconducir la situación. En ese momento, la persona estará contando los días.

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