Los agentes dobles

Muchas veces, a la hora de hacer cosas en las empresas, toca hacer de agente doble, ya que de otro modo, no conseguirías información, necesaria para tus objetivos. El problema es que no todo el mundo entiende que te comportes de diferente manera, si estás con unos, o con los otros, pero es la única manera de conseguir los objetivos.

Y es que, cuando estás en una posición en la que tienes dos gorras, la de cliente y la de proveedor, la de cargo electo y miembro de un partido, la de amigo y la de padre, en definitiva, dos cosas, muy cercanas, pero que te obligan a comportarte de forma distinta, según la gorra que lleves. Y los que no están en tu piel, no se dan cuenta, que con ellos tienes una gorra y luego, te tienes que poner la otra, y por lo tanto, lo que como padre censuras, como amigo te puede hasta encantar.

Así que si estás en algún caso de esos, deja claro a tus interlocutores lo de las dos gorras, porque de otro modo, no entenderán muchas de tus posturas y podrás tener enemistades.