lunes, 14 de diciembre de 2015

Vamos de cena, o lo que sea

Una vez más, estamos con los días demasiado ocupados, entre aperitivos, comidas y cenas de empresa, de amigos, de familia, en definitiva, comiendo sin parar y gastando dinero, permanentemente.

Esta es la consecuencia de vivir en una sociedad, que lejos de buscar el bien de la mayoría, sólo piensa en consumir. Nos lo venden en los medios, los lugares de restauración hacen precios especiales, en definitiva, mires donde mires, alguien te quiere vender algo y te hace sentir mal, si no lo compras.

Por eso, cada vez tenemos más claro, que si queremos mejorar este mundo, una de las cosas que tenemos que hacer es dejar de pensar en consumir, para consumir lo estrictamente necesario, de manera que, con el resto, podamos compartirlo con gente que lo necesite, así, repartiríamos la riqueza y, con el tiempo, existiría menos pobreza.

Pero, como siempre nos pasa, es una utopía, que difícilmente conseguiremos ver algún día.

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