jueves, 14 de abril de 2016

Cuando no se da el brazo a torcer

En cualquier relación, el problema principal, para que las cosas vayan mal, es no dar el brazo a torcer. Al final, tensas tanto la cuerda, que la rompes. Siempre, tienes que ceder un poco, para que la otra parte, note esa cesión y tense, entonces tensas y la otra parte, suelta y así, hasta llegar a los acuerdos suficientes, para llevar a buen puerto la relación.

Alguno pensaréis que estamos hablando de la vida en pareja y no es así (que también), hablamos de cualquier relación, en nuestro caso, sobre todo, empresarial, que son las relaciones de las que solemos hablar. Si dos empresas, departamentos, personas en un departamento, hacen las cosas, poniendo su punto de vista y no cediendo ni un poco, al final, el proyecto se irá a pique.

Por eso, y como siempre aconsejamos, negociar y hacer piña, ya que lo importante no es el ego de cada persona, departamento, empresa, no, lo importante es sacar adelante el proyecto, para que la empresa mejore. Y aunque muchos penséis que para qué sirve, a parte de para enriquecer al dueño, pensar que si la empresa va mal, el dueño pierde (y mucho), pero tú perderás tu trabajo y no creo que sea tu objetivo.

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