Recompensa ante el esfuerzo

Siempre hemos escuchado que si te esfuerzas, te será recompensado y quizá fuese cierto, cuando nuestros padres y más nuestros abuelos, nos lo contaban. Pero la verdad, en la sociedad en la que vivimos, en la que prima el consumo y el ganar dinero, la cosa cambia bastante.

Pongamos un ejemplo que le puede pasar a cualquiera. Estás en una empresa, trabajas a destajo, en vacaciones, te llevas el teléfono y el ordenador, para echar una mano, en definitiva, estás implicado al 200% con la compañía. Un buen día, tienes la mala suerte de tener un accidente, que te lleva a estar de baja una temporada larga. La empresa, como no puede ser de otra manera, tiene que aguantar la baja, no obstante, te presiona para que vuelvas en cuanto sea posible, al final, sin recuperarte del todo y por ese afán de dar el 200%, vuelves al trabajo. Como no puede ser de otra forma, tu rendimiento en el día a día, al no estar recuperado pro completo, no es el mismo que antes del accidente y entonces, como ya no estás de baja, la empresa te invita a irte.

Pues sí, seguro que a más de uno le ha pasado o bien conoce a alguien que le ha ocurrido y eso, lamentablemente, echa por tierra la frase de nuestros padres y abuelos, ya que, hoy en día, es falso que el esfuerzo te recompense. Las empresas piensan solo en números y si los números dicen que una persona sobra, reza porque no seas tú, porque te irás.

Y con esto no queremos decir que no debemos ser eficientes y trabajadores, no, con esto, lo que queremos decir es que nos impliquemos, porque lo que hacemos nos llena, porque nos tratan bien y porque creemos que debemos hacerlo. Si hacemos las cosas, pensando en un premio, en un ascenso, en lo que sea que se hiciese antes, olvidaros, no va a ser así.