Cuando el dinero no es tuyo, todo es barato

Esa frase, que se les suele decir a los políticos, en muchos casos es aplicable a cualquiera. Cuando quieres hacer una obra en tu casa, buscas, intentas arañar dinero de cualquier parte, si puedes evadir algún trámite, que te ahorre dinero lo harás, en definitiva, ahorras. Sin embargo, cuando otro, hace lo que sea, y ves que no queda perfecto, o que no lo hace conforme a normativa, por ahorrarse unos euros, dices que es un cutre.

Esa doble vara de medir, es, una vez, problema de nuestro egoísmo. Para nosotros no importan algunas carencias, si ello reporta ahorro, pero no entendemos que otro, pase carencias, por cuatro euros. De hecho, si en un restaurante, no te atienden como crees que deben hacerlo, porque ese día están saturados, arremeterás contra el mismo, porque no entiendes como no contrata a más gente, sin ni siquiera pararte a pensar, que contratar a más gente, porque una persona impaciente como tú, que va una vez en la vida, esté a gusto, le pueda suponer un gasto, que no puede asumir.

Lo dicho, siempre, tirando con pólvora del rey, todo está chupado, lo malo, es cuando la pólvora es nuestra.