Responsable, porque sí

Muchas veces, cuando tú no eres responsable de algo, pero eres el que da la cara, resulta que, automáticamente, te conviertes en absoluto responsable del problema del que tienes en frente. Les pasa a los teleoperadores de las compañías de servicios, a los ayuntamientos, y, en general, a los escalafones más bajos de una organización, ya sea esta grande o pequeña.

Y es que lo sencillo es dejar caer el problema, hasta que el último mono, no tiene a quien pasárselo y además, el último mono, suele ser el que se ve, cara a cara, con el que tiene el problema y al que se lo tiene que resolver.

Contra esto, es muy complicado luchar, ya que siempre vas a tener las de perder (si eres el último mono). Nosotros, usamos la técnica de la sinceridad. Explicar cómo está montado y cómo tú, no puedes hacer absolutamente nada por arreglarlo. Algunos de los que se quejan, se apiadan de ti y otros, por el contrario, se enfadan más, porque piensan que les estás tomando el pelo.

De ahí, que siempre nos estemos quejando, de lo malos que son los directivos en este país. Ya que si tuviéramos unos buenos directivos, simplemente, no permitirían que eso ocurriese y pararían el golpe a la primera. Pero por desgracia, el golpe lo paramos los de siempre y muchas veces, duele bastante.