jueves, 14 de agosto de 2014

Mala calidad

¿Qué probabilidad hay de comprar seis productos y que dos sean defectuosos? Se supone que muy baja, pero es lo que nos pasó el otro día y nos empieza a preocupar, ya que rara es la vez que compras algo y, a la primera, funciona sin problemas. Pues esto ocurre, por el poco interés que se pone hoy en día, en la calidad de las cosas.

Es cierto que todas empresas montan sus departamentos de calidad, y en esos departamentos, se encargan de que los productos que salgan de la empresa tenga una cierta calidad. Pero cuando falla a menudo, obviamente, esos departamentos no funcionan.

Y la causa de que esos departamentos no funcionen, es la misma, del mal funcionamiento de muchas empresas, el exceso de papeleo, que lo único que consigue es que las cosas se dilaten en el tiempo y lleguen tarde. Por lo tanto, cuando algo corre prisa, una de las primeras cosas que se suprime, es la calidad, porque, total, si algo funciona, con un par de pruebas, es suficiente para determinar que es factible su venta. Ahí es donde está el error, los procesos, tienen que ser livianos, de manera que puedan ser útiles y no se eternicen, de esa manera, todo pasará, sin esfuerzo, por el proceso, obteniendo el resultado pretendido.

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