Seguimos sin salir del atolladero y por tanto del último puesto de la tabla. Al menos, hicimos un gol, el de la honra, pero el espectáculo fue desastroso. Al menos podemos destacar que la única vez que nos acercamos a puerta, la transformamos en gol y que de las nueve que lo hicieron ello, dos las reprimimos.
De seguir así, que no parece que vaya a cambiar, será la peor temporada de la historia del club con muchísima diferencia. De lo que sí estemos muy orgullosos es que al menos, hacemos nuestro juego, que es atacar. El resto de equipos, todo su juego es defender, tener unas defensas brutales y por lo tanto, aprovechar nuestro ataque constante, para encontrar los huecos en los contraataques y, en nuestra opinión, eso es aburrir al que va a estadio.
Así que veremos que nos depara la próxima jornada, en la que esperemos no ser vapuleados como lo hemos sido esta.
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