Seguir el procedimiento

Esto es una de las cosas, que más nos sacan de quicio. Los procedimientos, deberían ser susceptibles de mejora. Si se ve que un procedimiento no funciona, o puede mejorarse debe hacerse, no ceñirse a él.

Las empresas están llenas de procedimientos, que deben ser cumplidos, extrañamente, a rajatabla. Con esto sólo se consigue hacer una empresa poco flexible, que no funciona en el tiempo.

Las leyes, las reglas, los procedimientos y en general, cualquier cosa, debe mejorarse, para ello es necesario, ponerlo en práctica, ver sus carencias e intentar solucionarlas, para mejorarlos. En las empresas no parecen tenerlo claro, desde el que los diseña, hasta el que los ejecuta, hacen funciones de máquina, que lo aplica a rajatabla, aunque tenga claro que no funciona como debe.

El cambio de todo debe, SIEMPRE, empezar por abajo, de manera que el que más cerca esté de su aplicación, sea capaz de ver la carencia, elevarla de modo que el que lo piensa, lo estudie y vea si el cambio es viable. Pero para eso, en la cultura de la empresa, debe quedar claro que alguien que detecte un fallo en el procedimiento, debe denunciarlo, con la seguridad de no ser castigado. Si esto último no se cumple, los procedimientos, nunca desarrollarán todo su potencial y se quedarán, en mero papeleo.