viernes, 14 de mayo de 2010

Reuniones de seguimiento

Muchas veces en las empresas, hay directivos que para ocultar sus carencias, dan golpes de poder, para demostrar quien manda. Dentro de esos golpes, muchas veces, entran en marcha las reuniones de seguimiento.

Las reuniones de seguimiento, tienen mucho sentido cuando se tiene claro, qué se va a hacer, qué plazos hay que cumplir y se componen de tareas, que pueden ser seguidas. Los golpes de poder, son aquellos, en los que se montan reuniones de seguimiento de algo abstracto. Cuando no hay nada que seguir, no tiene sentido montar una reunión de seguimiento. Pero aún así se montan y se exigen a los participantes, presentar cosas que no están definidas. Por lo general esas reuniones, suelen desaparecer, ya que carecen de contenido. Ahora bien, sólo desaparecerán cuando el que ha exigido su montaje, se cae del guindo.

Por eso, a los que nos gusta el trabajo efectivo, vemos en muchas de estas reuniones una piedra más en el camino, que impide realizar el trabajo en lugar de ayudar.

Desde aquí, aconsejamos hacer esas reuniones, siempre precedidas de un plan muy bien definido, con hitos y asignando tareas y cumplimientos a todos los participantes, no sólo a una parte, ya que si así fuese, también fracasarían.

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