sábado, 3 de julio de 2010

Planificar

Las planificación son muy útiles, si se usan como eso, planificaciones. En el momento en que una planificación se use como la absoluta verdad, te estarás equivocando.

Por poner un ejemplo, vas a realizar un aplicación, tienes que ver lo que te va a costar, y planificas una serie de tareas, con sus costes. Una vez hecha esa planificación, reservar ese coste, para poder afrontar la realización de la aplicación. Por supuesto, eres consciente que la planificación fluctuará, a tu favor o en contra, durante la vida del proyecto y lo asumes.

Pues bien, el error sería hacer lo mismo, pero sin tener en cuenta que la planificación fluctuará. Al no hacerlo, verás que la realidad no se ajusta a la planificación, exigirás responsabilidades, incluso, despedirás a alguien. En definitiva, algo que no es real, lo has asumido como real y probablemente, por tu error, te costará carísimo.

Así que, amigos, usar las planificaciones para lo que son, una manera de tener una idea de lo que algo cuesta, pero sabiendo que tendrá un margen de error. Vamos, como el pago de IRPF a hacienda, lo vas adelantando durante el año, hasta que haces la declaración para ajustarlo, unas veces te devuelven y en otras pagas.

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