El asqueroso afán recaudatorio

Ayer leímos en el periódico una noticia, que nos puso los pelos de punta. Le llega a una viuda, una multa puesta a su marido, que murió hace casi 21 años. A esta le sumamos la carta de hacienda que ha recibido un amigo, por una multa que le pusieron en Bilbao, cuando no estuvo allí ese día. Y tendremos como resultado lo desesperados que están por recaudar.

Ninguna de las dos multas que aquí contamos deberían ser cobradas, la segunda ya está en hacienda y será más complicado, pero no entendemos el modo de proceder.

Teniendo sistemas informáticos, simplemente cruzando datos, se podrían eliminar estos malos ratos para todos. Pero claro, como siempre, eso haría una menor recaudación que, lamentablemente, es lo que no interesa.

Una vez más los políticos, que deberían estar a nuestro servicio, nos ponen al suyo. Nada de bajarse sueldos, quitar Ministerios (de verdad, no como han hecho ahora) y otras muchas medidas que darían como resultado mayores ingresos, mejor que paguen los de siempre, que para eso no protestan.