A la hora de trabajar, es muy importante la fachada. Es importante, porque depende de la que tengas, así de caso te harán. La verdad, es que es una pena. Normalmente nos fijamos mucho más en la fachada de la gente, que en lo que realmente nos están mostrando.
En el trabajo, se debería demostrar la valía de lo que haces, no a forma de presentarlo. Por eso somos tan pesados con el trabajo por objetivos y el teletrabajo. A nuestro modo de ver, es la única manera de valorar a las personas por lo que hacen, no por lo que aparentan. Alguien puede envolverte una muy mala idea, de una manera fantástica y la comprarás y otro te puede envolver muy mal una buena idea, que desecharás.
Con esto, lo que queremos decir, es que no hay que dejarse llevar por las palabras de la gente y como dice un buen amigo nuestro, leer entre líneas, que es lo que realmente separa, la fachada de la idea que te están mostrando. Al final, lo que te quedará es la idea y la fachada, cobrará la venta y te tendrás que olvidar de él.
Pensar en esto la próxima vez que un comercial llame a la puerta, a venderos el gran proyecto. Si lo desgranáis, seguro que la mayor parte, es sólo fachada.
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