Habíamos pensado titular esta entrada como "El arte de mentir", pero no era exactamente lo que resumía lo que vamos a contar, ya que mentir, no es lo mismo que "no decir la verdad".
Mentir es contar, deliberadamente, algo que no es cierto. Por el contrario, no decir la verdad, es simplemente, contar las cosas de otra manera a cómo han sido, omitiendo detalles importantes, por ejemplo.
Para haceros una idea recurriremos al ejemplo que recibimos hace tiempo por correo electrónico:
En la siguiente Frase:
"Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría a cuatro patas en su búsqueda."
¿donde pondrías una coma?
Si usted es mujer, colocaría la coma después de la palabra mujer.
"Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer, andaría a cuatro patas en su búsqueda."
Si usted es hombre, colocaría la coma después de la palabra tiene.
"Si el hombre supiera realmente el valor que tiene, la mujer andaría a cuatro patas en su búsqueda."
Pues esa es la diferencia entre mentir y no decir la verdad. La frase es la misma, ninguna de las dos miente, pero lo cuentan de manera distinta, luego no dicen la verdad.
Y llegados a este punto, los que tienen el arte de no decir la verdad, son la mayoría de los consultores que tenemos por todos sitios, cada vez en más sitios, por desgracia. Y es que son unos maestros, poniendo las comas, de manera que siempre, al final, consiguen su objetivo, normalmente, costándole mucho dinero a la empresa para la que trabajan.
Por lo tanto, si quieren una consultoría en condiciones, nuestro consejo es que contraten a profesionales de lo que vayan a hacer, no a consultores genéricos, que lo único que ven en usted es dinero fresco. Un consultor, por mucho que así se lo vendan, no es capaz de conocer su negocio mejor que usted, por lo tanto pocos buenos consejos le va a dar, que no pasen por hacer caja para él mismo.
Cuando decida hacer algo, asesórese por un profesional del asunto que le ocupe, si son neveras, hable con un fabricante de las mismas, que le cuente la eficiencia de cada una, sobre todo, que escuche su necesidad. Esa parte, la de escuchar su necesidad, es la que los consultores de hoy en día, olvidan y así nos va, de repente uno de esos consultores, dice que su empresa va mal y le hunde en la miseria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta lo que quieras, pero no lo uses para hacerte publicidad, o el comentario será eliminado.