Burocracia empresarial

Ayer nos pasó algo, absolutamente sorprendente, solicitamos poner en un fichero de configuración de nuestra aplicación unas cuantas líneas, para ampliar una funcionalidad. Pues bien, el departamento que lo tenía que hacer nos llamó, ya que faltaba que un tercer departamento, que no sabe de qué va la aplicación y dudamos que sepa lo que hace el fichero de configuración, diese su visto bueno.

En ese momento, nos sentimos como Astérix y Obélix, en Las doce pruebas de Astérix, en concreto la prueba 8, que era conseguir la forma A38, de la casa que enloquece:



Y es que la burocracia puede ser brutal, además de poco eficaz, ya que el resultado, que en nuestro caso es poner esa configuración en el servidor, va a ser el mismo, con la diferencia de tener un papel, que conseguiremos, antes o después.

La única diferencia con el trozo de película que os hemos puesto, es que en las empresas, es complicado darle la vuelta a la tortilla, como hicieron Astérix y Obélix, aunque lo intentamos, simplemente, haciendo huelga de celo, que tiene como consecuencia, que no se haga nada, porque para todo, hacen falta cientos de papeles, que nunca tendrás a la perfección.