viernes, 16 de marzo de 2012

Llega un fin de semana largo

Y es que todos los años, se hace muy larga la espera desde el final de las navidades, hasta que llega la fiesta de San José. En este año, además, se une el problema de la crisis,  que trae consigo, la precariedad del puesto de trabajo, por ejemplo, con lo que muchos, que a lo mejor, tenían alguna que otra baja, este año no la han disfrutado. (Es una maldad, pero seguro que más de uno se ríe al leerlo, porque sabe que es cierto)

De todos modos, no es eso, lo que más hace que se esperen con tantas ganas, los fines de semana, las fiestas, en definitiva, el no ir a trabajar. A nuestro parecer lo que hace que lo esperemos con tanta ansia, es que no disfrutamos del trabajo. Algunos diréis, ¿y quién disfruta? Pues hasta hace no mucho, había mucha que lo hacía.  Solo hay que oír a las generaciones nacidas hasta los años 50 (más o menos), eran personas que, por regla general, se jubilaban en la empresa en la que empezaron a trabajar y cuando se jubilaron, echaban de menos su trabajo y siempre hablan bien de la empresa a la que dieron sus mejores años.

Pues eso, hoy en día, se ha perdido. Nosotros creemos que es debido a que las empresas, cada vez más, tratan a los empleados como simples números, si pueden bajarles el sueldo lo hacen, si pueden aprovecharse de ellos y no pagar horas extra, lo hacen, en definitiva, tú eres un recurso, que les cuesta dinero y hay que sacarle provecho. Con ello, lo que no se dan cuenta, es que no somos máquinas y si a una máquina a la que llevas siempre al 90%, aguanta, las personas, también por lo general, no. Una máquina al 90%, aguanta y puedes tenerla haciendo horas extra, que no se siente explotada. Una persona, llevada al 90% (hablando de trabajo), es probable  que no estés teniendo en cuenta, otras variables, que hacen que ese 90% sea un 150%, lo que hace que lo quemes y lo pierdas. Esto hace aumentar la rotación, incluso que una empresa, que sea demasiado odiada, le sea complicado, encontrar personal.

Así que deberíamos volver a tratar a la personas, como tales, dando premios a los que se los merecen, dialogando (lo que significa, que hay que escuchar), etc...

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