Perder las ganas

Pasa a menudo, trabajas en algo que te gusta, te esfuerzas, intentas que las cosas salgan bien, aplicas tus conocimientos, intentas convencer al entorno, pero lejos de conseguir tus objetivos, el entorno, va a su aire, que no suele ser precisamente hacer las cosas bien.

En el momento en que para trabajar, lo que hace la gente es intentar ascender, en lugar de hacer bien su trabajo, las cosas no salen bien y los que nos esforzamos por hacer las cosas bien, perdemos las ganas y con ello, todo lo que hemos dicho al principio.

Esta pérdida de ganas de hacer las cosas, trae consecuencias. La primera, que los que hacen bien las cosas, empiezan a no hacerlo y la segunda, en nuestra opinión la más grave, que serán, con el tiempo, los futuros directivos, que llevarán el peso de los proyectos. Al no tener ganas y valorar más un ascenso, una carrera, un premio no merecido, que hacer un buen trabajo, lo único que traerán a los proyectos, serán malas ejecuciones, proyectos deficitarios y en definitiva, serán expertos en dar excusas para que las cosas no salgan como deberían salir.

Si quieres que tu empresa funcione, fomenta que las personas que trabajan en ella, disfruten con su trabajo, haz que sean los que disfrutan y hacen las cosas bien, los que asciendan y verás, como tu empresa será competitiva.