jueves, 21 de marzo de 2013

Confundir tu trabajo

Os hemos contado muchas veces, lo que ha cambiado la forma de trabajar, en general. Ya no hay tantos trabajos de esfuerzo y para casi todo tenemos máquinas que nos ayudan. Lo que sí han crecido son los trabajos de control. Dicho así, igual no se entiende qué son, pero vamos a explicarlo, para que veáis, que es lo que más abunda.

Para nosotros, los trabajos de control, son aquellos, en los que los que los ejecutan, sólo se dedican a incordiar al que tienen al lado. Esto es, si hay que hacer un barco de papel, se lo encargan a un controlador, que a su vez, le pasa el trabajo a otro, que a su vez le llega a otro, en cada uno de los pasos, se invierte un día y el plazo para hacer el barco es de 3 días, por lo que cuando llega al que lo tiene que hacer, no le queda tiempo y sin embargo, tiene a tres controladores, exigiéndole que esté hecho.

Y suele ser así, un trabajo de horas, se tarda meses, por la cantidad de tiempo que se pierde en controladores. Para poneros un ejemplo real, la semana pasada, una persona de nuestro equipo, estuvo una hora de reloj, cruzándose correos con un controlador, que tenía que contestar a un correo, que pretendía que contestase nuestro equipo. Al final, por lo persistentes que solemos ser, cuando creemos tener razón, fue el controlador el que contestó al correo y además, hemos conseguido que se encargue de la tarea.

Volvemos a lo de siempre, el control está bien, pero no hay que pasarse, ni penalizar el desarrollo de la empresa, por ejercer un excesivo control. Por eso, hemos titulado la entrada así, porque los controladores, confunden su trabajo, deben trabajar de verdad, para conseguir el objetivo y controlar menos.

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