martes, 26 de marzo de 2013

Empeñarse en perseguir

Nos cuesta mordernos la lengua, por eso hablamos tanto de los perseguidores. Hay un dicho que dice "Cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo" y en tiempos como Navidad, o el que ahora nos encontramos, Semana Santa, los perseguidores, como tienen menos personal al que perseguir al que queda, le aburren.

Nos preguntamos, si creen de verdad (si alguno os veis reflejado, por favor comentarlo) que consiguen algo, porque, en nuestra opinión, cuanto más persiguen, más consiguen que se pase de ellos. De nuestro equipo, a mayor presión, más ganas de tocar las narices, por lo que respetamos el horario, si algo puede estar antes de comer, estará después, en definitiva, te pueden presionar, pero cuando sacar adelante el trabajo, depende de ti, obviamente, si te tocan las narices, el trabajo saldrá, pero cuando quieras. Por eso no entendemos esta figura, tan extendida.

Siempre hemos pensado, y así intentamos hacerlo con nuestros compañeros, que tratar con amabilidad, y con una sonrisa, siempre traerá antes los resultados, que con un "porque lo digo yo". Pero parece que en la empresa, está más instaurado este último que el primero y además, están convencidos que funciona.

Esperemos que se lo hagan mirar, porque por las empresas que hemos estado, las que sacan el trabajo adelante y bien, son en las que el ambiente de trabajo es bueno y las otras, pues eso, el trabajo sale, pero tarde y mal. Tú como empresario puedes elegir, de hecho, hasta puedes probar, hazlo de una manera, luego de otra y compara resultados, y luego nos lo cuentas.

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