Echarte con sigilo

Ayer estuvimos de compras en un centro comercial y de repente, empezamos a tener mucho calor, la música se empezó a parar, las luces se atenuaron y cuando te das cuenta, es la hora del cierre.

Y es que, cuando una tienda tiene que cerrar, como espere al último minuto para echar a los clientes, directamente no cierra a su hora. Por eso, lo tienen todo medido y como media hora antes de cerrar, empieza a hacer del sitio algo menos agradable, lo primero es bajar la música y apagar el aire, por lo que empezarás a sudar y además, no estarás escuchando la música, que con toda seguridad eligen para animarte a hacerlo. Hasta que poco rato después, directamente apagan la música y ves que las cajas tienen demasiada cola, hay que salir.

No es que nos parezca mal, ya que todo el mundo estamos deseando que llegue la hora de salir, para escapar como loco del trabajo, pero me parece mejor opción, la de los supermercados, por megafonía, avisar que en medias hora se cierra y listo.

Lo de las sutilezas, no nos gusta, nos gusta mucho más que sean directos con nosotros, igual que en el trabajo, no deberíamos intuir que tenemos que hacer algo, que nos lo digan y lo hacemos. Pues en las tiendas lo mismo, si hay que cerrar, se cierra.