miércoles, 11 de diciembre de 2013

Pasarse de la raya

Estamos seguros que las personas son mucho mejores, de lo que realmente parecen, pero claro, por cómo es, en general, el ser humano, no queda más remedio que defenderse. Y es que, por norma general, cuando alguien se porta bien con otro, el otro, suele pasarse de la raya.

Por pone un ejemplo. Si alguien organiza una cena, para personas sin recursos, es fácil que, algunos, se aprovechen de la situación y arramplen con lo que puedan. Incluso, que se quejen que luego la cena acaba tarde y nadie les lleva a casa. Seguro, que la persona que organiza la cena, puede que no vuelva a hacerlo y, al final, el que pierda, sea que el que se queja. Por eso es tan complicado encontrar voluntarios para las cosas, porque en el momento en que las cosas, no salgan sobre ruedas, puedes buscarte la ruina.


Luego nos extrañamos de las cosas que nos hacen firmar, pero es que es muy importante, llevar a rajatabla la ley, ya que, de no hacerlo, si ocurre algo, lo más seguro es que te arruinen. Así, aunque el médico te quite un padrastro, te hace firmar una hoja en la que tú asumes que ese padrastro puede llevarte, poco menos que a morir y la culpa sería tuya.

La solución a esto es sencilla, cuando te regalen algo, no te quejes, pues lo más probable, es que al final, pierdas ese regalo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta lo que quieras, pero no lo uses para hacerte publicidad, o el comentario será eliminado.