El título de esta entrada, es lo que vimos pintado en una fachada y nos hizo gracia, ya que uno del equipo, siempre dice que lo público no es de nadie. Esto nos lleva a pensar, si juntamos las dos cosas, que lo mejor, es la privatización. Y es que si lo público, al ser de todos, no es de nadie, si queremos que las cosas funcionen, mejor que sea de unos pocos, que, al menos, por su interés, intentarán hacerlo andar.
En el día a día lo vemos, entras en un baño público y está sucio, vas en transporte público y todo el mundo lo tira todo al suelo, por las calles hay suciedad, por lo tanto, efectivamente, lo público no es de nadie y por lo tanto, nadie tiene el deber de cuidarlo. Si todos, asumiésemos que lo público es nuestro (de todos), mucho mejor nos iría y además, nos tomaríamos más en serio la política, ya que asumiríamos que estamos eligiendo a nuestros empleados, a los que "PODEMOS DESPEDIR", si no hacen bien su trabajo. Pero nada más lejos, vamos a votar como borregos, al partido de siempre y una vez votado, a ponerle a caer de un burro, desde el sofá de casa.
Así somos, por lo que, realmente, tenemos lo que nos merecemos.
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