Pues sí, la edad pesa mucho, sobre todo a la hora de trasnochar. Y es que si antes, tirarte de fiesta tres días y luego irte a trabajar un lunes sin problemas. Pero según van pasando los años, la cosa cambia mucho, ya que el cuerpo no se recupera igual, las horas de sueño pasan factura y las resacas, duran un poco más.
Pero aún así, llega el momento de ir de fiesta, por la razón que sea, y ese chaval que llevas dentro, te empuja a hacerlo, dando como resultado, tener un lunes infernal en el trabajo, que estás deseando que pasa para irte a casa a dormir, porque el fin de semana fue un auténtico infierno.
De ahí, que cada edad, sirva para lo que sirve, y hacer las cosas fuera de la misma, te lleva, sin remedio, a pagarlo bastante caro. Disfrutar de cada edad, porque una vez que pasa, no vuelve y si intentas hacerlo en otro momento, os aseguramos que no es lo mismo.
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