sábado, 12 de julio de 2014

La vergüenza

Hace tiempo, nos dijeron que cuando eres niño, puedes tener vergüenza, pero si te pasa de adulto es mala educación. No estamos, para nada, de acuerdo con esa afirmación, ya que la vergüenza, se tiene, seas niño o adulto. Es cierto, que pasadas ciertas edades, dejas de tenerla, pero no es por educación, es porque ya no tienes vergüenza ninguna.

De hecho, en las empresas, pasa a menudo, muchas personas, precisamente por vergüenza, no llaman a alguien, no consiguen un contrato, no se expresan bien en público y es algo, que los jefes, deben tener en cuenta, ya que la persona puede ser muy válida como técnico y trabajando en la retaguardia y un pésimo trabajador de primera línea, por la vergüenza.

Pensándolo bien, es cierto que no se debe tener vergüenza, ya que no va a ningún sitio, de hecho, en la mayoría de los casos, la vergüenza que tengas, no tiene sentido ya que, por poner un ejemplo, en una conferencia, si la estás dando, sepas mucho más que los que escuchan, por lo que no debería darte vergüenza. Pero la vergüenza, como el miedo, es libre y si la tienes, la tienes.

Lo que sí se debe hacer, si conoces a alguien que necesita tu ayuda y sabes, con seguridad, que no te pide ayuda por vergüenza, ofrécete tú, te lo agradecerá y le ayudarás, que siempre es satisfactorio.

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