Pues sí, un día nos contaron la historia de un niño al que le preguntaron que es lo que quería ser de mayor y contestó, lo que da título a esta entrada: "obrero de ojo". Cuando le preguntaron qué profesión era aquella, lo tuvo claro: "los que miran al que trabaja". Y es que, lamentablemente, esto pasa, mucho más de lo que debería, en muchos trabajos.
No lo entendemos muy bien, pero muchos, porque necesitan tener a alguien encima, supervisando lo que hacen y otros porque no hacen nada, más que supervisar lo que hace el vecino, hay muchos puestos, en los que tienes a uno trabajando y uno o varios observándole. Obviamente, en este modelo, la producción, que como siempre decimos, es lo importante, se va a pique.
Para nosotros, lo peores obreros de ojo que existen, son los que realmente están haciendo el trabajo, pero de cabeza, mientras que otro, lo hace físicamente. Y decimos que son los peores, porque ni lo hacen, ni dejan hacerlo. Aunque es cierto, que en algunos casos, son los que físicamente hacen el trabajo, los que reclaman tener un "obrero de ojo" a su lado, para que, o bien les imprima confianza, o bien, tengan a alguien a quien responsabilizar de sus errores.
Sea como sea, si ves esto en tu empresa córtalo de raíz, porque ten por seguro que estarás pagando dos sueldos y sólo te hace falta uno de ellos.
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