Sin tiempo para nada

Cuando tienes muchas aficiones, al final, no tienes tiempo para nada, ya que cuando no es la familia, es el trabajo y si no, las aficiones. Tanta ocupación, al final, lo que consigue es que pierdas, una de las cosas que más falta hacen para seguir a tope cada día, el descanso.

Por eso, cuando en un proyecto, que necesita más tiempo del habitual, como el resto de cosas que haces habitualmente no puedes dejarlas, no te queda más remedio que dormir menos y eso, por desgracia, hará que tu rendimiento, baje. Obviamente, si eres joven lo aguantarás mejor, pero si vas teniendo años, no es tan sencillo, recuperarte los fines de semana (en el caso de que el proyecto te lo permita) y se nota que poco a poco, según lo que dure el proyecto, irás reaccionando peor a las diferentes situaciones, haciendo que cometas errores y que pongas al proyecto en más riesgo, del que ya tendrá, a tenor de las horas que estás echando.

De ahí que lo ideal es que, y sentimos insistir con lo mismo, el equipo se reparta, de manera que el esfuerzo, también lo haga, de esa forma, siempre estará alguien fresco, controlando todos los aspectos del proyecto, llevándolo, por muy complejo que sea, a buen puerto.