Es curioso como las empresas, exigen a sus empleados que les den tiempo, cuando piden vacaciones, cuando van a casarse, incluso, cuando van a dejar la empresa. Tiene todo el sentido del mundo, ya que es más fácil planificar la salida de una persona, con tiempo, que hacerlo a trancas y barrancas, dando mala imagen. La cosa cambia si la empresa es de servicios, en estas, se exige lo mismo a los empleados, pero no hacen lo mismo con su cliente, no vaya a ser, que el cliente se entere y perdamos antes de tiempo la contrata.
La verdad es que las empresas de servicios se equivocan casi siempre. Ya sabéis que no son santos de nuestra devoción, pero es que no se lo merecen, sólo piensan en el dinero que pueden ganar, ahora mismo, por lo que no abordan planes a futuro y por eso, toman decisiones equivocadas. Efectivamente, si tienes a un empleado en una empresa y se va, si lo avisas, corres el riesgo de que lo echen antes y tengas que comerte los días que sean, a coste íntegro tuyo. Pero claro, la labor comercial, sería adelantarte, ofrecerle una solución, en la que, al final, tu tendrás uno o dos puestos más y saldrás bien con el cliente.
Pero no es así, y el dinero les ciega, lo que hace que las empresas de servicios, cada vez, estén menos valoradas, emergiendo empresas, que actúan de forma parecida, ya que son las que hacen las veces de empresas de servicios, pero teniendo el personal a su cargo por completo, de manera que quien contrata el servicio, ni se entera quien está al otro lado, simplemente envía un proyecto a realizar y viene hecho, paga el trabajo y se acabó la relación. Esta forma de trabajo, nos gusta más, de hecho, si se lleva a límites máximos, podría desembocar en que los empleados de esas empresas, fuesen independientes y trabajasen en sus casas. En definitiva, un paso más, para el tan ansiado por nosotros, teletrabajo.
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