Estamos muy acostumbrados en nuestro día a día, a resolver las cosas, a medida que van saliendo. Eso, es una forma de trabajar, que tiene dos problemas, el desgaste y la frustración. El desgaste, porque te obliga a tomar decisiones, casi siempre, sin tener todos los datos a tu alcance y la frustración, porque en muchos de los casos, no llegarás a resolver nada.
Por eso, a la hora de hacer casi todo, lo mejor que se puede hacer es planificarse, ponerse tiempos y respetarlos. De esa manera, puedes dejar las cosas gordas, bien dirigidas y teniendo tiempo e información suficiente para hacerlas y por otro lado, te deja tiempo y fuerzas, para ir haciendo las cosas que saldrán día a día, y que no necesitan una planificación.
Así que cuando tengáis algún proyecto a largo tiempo, planificarlo (sin pasaros, que el exceso tampoco es bueno), de ese modo, tendréis la línea de trabajo definida desde el principio y la toma de decisiones será más efectiva, tratando puntualmente los problemas que van surgiendo, esos sí, a salto de mata, esto es, a medida que van saliendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta lo que quieras, pero no lo uses para hacerte publicidad, o el comentario será eliminado.