miércoles, 25 de noviembre de 2015

El negocio magistral

Todos, cuando llevamos una idea en la cabeza a la hora de hacer algo, pensamos que es la mejor de todas, de hecho, si pensamos en quien debe financiarla, siempre pensamos que lo hará sin problemas, porque tenemos para el el "negocio magistral". Pero nada más lejos. Resulta que volvemos a lo que decimos siempre, el egoísmo, y quien tiene que arriesgar, porque tiene el producto, no arriesga, por lo que el "negocio magistral", no sale.

Vamos a explicarlo con un ejemplo, tienes en mente vender la Thermomix a todos los vecinos de tu bloque. Tú, tienes claro que van a comprarla, por lo que vas a una persona que venda Thermomix y le dices que te "regale" una, porque todo tu bloque la va a comprar y, es más, se la van a comprar a esa persona. Obviamente, esa persona, no lo tiene tan claro y te dice que te la cobra y si vendes todas las que dices, ya veremos si te da una parte de las ventas.

Como veis, el egoísmo, rompe un buen negocio, ya que el que está seguro de vender todas esas Thermomix, ya no lo tiene tan claro, si le toca pagar la suya y el que vende, no confía en absoluto en la venta, por lo que tampoco se aventura a dejarla gratis.

Al final, puede que muchos comprasen la Thermomix y ninguno de los dos integrante del "negocio magistral", sacarán provecho de esas compras. Por eso siempre decimos que hay que ceder y llegar a acuerdos, como, dejar la Thermomix una semana, y si llegan al menos 10 ventas, te la deja otra y así, hasta llegar al número de ventas en que le sea rentable, regalártela. O bien, cediendo de la otra parte, negociando el porcentaje de venta de cada Thermomix, de manera que al final, esas "comisiones", te permitan comprar una.

Pero como decimos, somos egoístas y queremos que todo nos llegue y nos llegue en el momento que queremos, no cuando quieran los demás y así, mal vamos.

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